El solsticio de invierno es uno de los eventos más esperados del año. Esta fecha tiene mucho significado para las culturas de todo el mundo que la celebran. El solsticio de invierno está relacionado con tradiciones únicas en todo el mundo.
Durante esta época, la cultura maya, utilizó la fecha para celebrar la llegada del sol en su punto más alto. Este fenómeno se conoce como el “sol quieto” y tiene su propio significado astronómico.
Queremos compartir contigo los mejores lugares para pasar el solsticio de invierno. Además de eso, también te contaremos sobre el solsticio de verano que sucede en el Hemisferio Sur, junto con los mejores lugares para celebrarlo.
Hablando tradicionalmente, los solsticios de verano e invierno ayudan a marcar el cambio de las estaciones junto con los equinoccios de otoño y primavera. Mientras que el solsticio de invierno marca los días más cortos en un lado del mundo, el solsticio de verano anuncia el comienzo de los meses más cálidos y días mucho más largos. ¿Sabías que durante este tiempo vemos cambios muy notables en la naturaleza? Los historiadores teorizaron que era una época de gran importancia, ya que esta temporada permitía que la tierra descansará para el próximo ciclo agrícola. Aunque esto fue hace mucho tiempo, su simbolismo sigue presente hoy.
El solsticio de invierno juega un papel muy importante en las culturas de todo el mundo desde la antigüedad hasta nuestros días. Desde la antigüedad se habla de la importancia del sol para la vida, e incluso de su existencia desde antes. Por eso en casi todas ha habido grandes cultos en torno a las estrellas. Por ejemplo, en el cristianismo muchas festividades están directamente relacionadas con el calendario solar o lunar. Para nombrar un día festivo, la Navidad conmemora la celebración del Sol Invicto ¿lo sabías?
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Los mayas fueron hábiles arquitectos y diseñadores, por eso las ciudades del mundo maya fueron construidas por algo más que la estética. También tenían que ver con la orientación y la forma de sus estructuras principales, jugando con la luz y sombra.
De esta manera podían saber con precisión la ubicación temporal en el calendario. Este es el caso de la Pirámide de Kukulcán que fue descubierta en el siglo XX junto con otros sitios arqueológicos mayas, ayudándolos a conocer el día preciso de los solsticios y equinoccios durante el año.
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Amaterasu es la diosa del sol japonesa. Es hija de las diosas creadoras Izanagi e Izanami y es el centro de la religión sintoísta . La importancia de la diosa del sol para los japoneses es inmensa, ya que se la considera un pilar para que el sol extienda sus bendiciones sobre la nueva tierra. Amaterasu es la encarnación del "sol naciente" y es el símbolo de la bandera japonesa. Su significado no es solo que ilumina todas las cosas, sino que también proporciona alimento para todas las criaturas vivientes y marca el movimiento del día a la noche. El comienzo del invierno se celebra con un réquiem o celebración litúrgica por los muertos para complacer a Amaterasu. Cada 22 de diciembre se encienden hogueras en el monte Fuji para animar la vuelta del sol. Impresionante, ¿verdad? ¡Recuerda que Elife ofrece transporte terrestre desde el Aeropuerto Internacional de Narita a Tokio por solo 161 USD!
Las fiestas navideñas se celebran en los países escandinavos como Finlandia, Suecia y Noruega. El solsticio de invierno de ese lado del mundo marca el fin de las tinieblas y anuncia la llegada de la luz el 21 de diciembre. Para estas culturas el solsticio de invierno significaba el triunfo de la vida sobre la muerte. Este fue un momento de celebración para las familias y los guerreros, quienes se reunieron en torno al fuego para celebrar que estaban vivos y recordar a los que fallecieron a lo largo del año. Un dato curioso es que los primeros habitantes realizaban rituales de sacrificio en homenaje a Beiwe, la Diosa del sol.
Las ciervas blancas suelen ser sacrificadas con el único propósito de hacer que la diosa regrese al mundo de los vivos. Esta festividad dio origen a lo que se conoce como Navidad. De hecho, la leyenda finlandesa del Joulupukki se transformó en lo que ahora conocemos como Papá Noel.
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Nos vemos la próxima vez, viajero.